Agricultura Sostenible y Seguridad Alimentaria
Para garantizar la seguridad alimentaria en una región vulnerable al cambio climático y las interrupciones en las redes de las cadenas de suministro, la Asociación Mangle ha estado trabajando durante décadas para capacitar a los agricultores locales en prácticas agroecológicas. Estas prácticas han logrado reducir el uso de agroquímicos nocivos y por el contrario, protegen y apoyan tanto la salud del ecosistema de manglares como la salud de las comunidades que dependen de sus recursos. Décadas de monocultivos (es decir, azúcar y maíz) han contaminado las fuentes de agua locales y destruido la viabilidad del suelo, además de contribuir a que la región se haya convertido en uno los focos de mayor incidencia de enfermedades renales en el mundo.
Los proyectos piloto sobre la agroecología en la región han demostrado ser tremendamente prometedores y exitosos al responder y abordar las vulnerabilidades de las comunidades locales. Al tomar en cuenta la agricultura a través de un objetivo ecosistémico, enfatizando la importancia de todo el ecosistema en el cultivo de alimentos, la agroecología no solo garantiza sistemas alimentarios sostenibles para las comunidades locales, sino que también puede ser un poderoso vehículo para revitalizar la salud del ecosistema circundante. Se ha demostrado que estas herramientas y métodos revitalizan el suelo debilitado, mejoran el rendimiento y la calidad de los cultivos, así como apoyan una mayor biodiversidad en los ecosistemas locales.
Un ejemplo del proyecto piloto es el caso del Señor Pedro Guerrero, quien tomó una pequeña parcela de tierra no apta para la agricultura debido a los altos niveles de salinidad de su suelo. Después de repetidas inundaciones ese suelo se desalinizó y se convirtió en un modelo biodiverso de agroecología. Con capacitación y asistencia de la Asociación Mangle, el señor Guerrero cultiva ahora en su terreno de 2 hectáreas: plátanos, maíz, cacao, arroz, mangos, maracuyá y otras frutas y verduras en suelo orgánico, rico en microorganismos. Gracias a este esfuerzo, él puede alimentar a su familia y obtener unos ingresos modestos vendiendo su excedente en el mercado local.
La alianza Bahía de Jiquilisco está trabajando para brindar apoyo financiero a estos proyectos, ampliando su capacidad de acción y permitiendo a nuestros socios comunitarios asesorar a más agricultores locales en prácticas agroecológicas.